lunes, 22 de diciembre de 2008

El Denario (Parte 1)

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Previamente en Tratando de Entender Al Mundo:

09-Nov-08: La Noche del Cliché Extasiado y de los Amigos Invisibles
22-Oct-08: Olvidar No Es Para Todos
02-Ago-08: Tu Dolor, Mi Dolor
03-Jul-08: Qui Bene Amat, Bene Castigat
10-Jun-08: La Muerte No es Fin para Los Vivos
24-May-08: Una Última Lección
24-Dic-07: No hay Dulce Navidad para Algunos
03-Nov-07: Lazos Familiares
05-Set-06: El Último Día (Parte 2)
26-Ago-06: El Último Día (Parte 1)
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Capítulo 18:

A veces quisiera volver a ser quien era hace trece años, cuando solo tenía diez, todo era distinto, mi familia estaba completa, y todos viviamos en mi pequeña casa, la distancia con mi padre no era grande, por no decir nulas, lo normal, a mis ojos era una familia feliz.

Cuando tenía doce años dos de mis hermanos volvieron a hablarse, por una extraña razón que yo desconozco ellos se habían separado, verbalmente mas no físicamente, mi hermano mayor consiguió un buen trabajo y mis otros dos hermanos, los que volvieron a hablarse estaban en la universidad, y la vida para mi entre el colegio y la casa era lo que algunos llaman regocijo en la rutína, nunca lo entendí por cierto.

A los dieciséis ingresé a la universidad, mi hermano mayor se fue a vivir con su mujer, mi hermano segundo mayor egresaba del residentado médico y el hermano contiguo a mi decidía irse a vivir a otro país, ese año todo empezó a cambiar y poco a poco empezé a detestar la vida que lleva mi padre, era obvio que el cambió iba a llegar, yo sabía que llegado el momento todos iban a irse a vivir sus vidas, a crear sus familias, en cierta forma me reconfortaba saber que nuevos seres nacerían, asi que nadie estaría solo sin importar donde estuvieran.

Hace tres años se podría decir que yo era un chico alegre, nacía el segundo hijo de mi hermano mayor, mi hermano seguido y su novia estaban en la dulce espera, y mi hermano segundo mayor alcanzaba un gran nivel profesional, todo era alegría para mi, en la universidad tenia los suficientes amigos para pasarla bien.

Luego llegarón las piedras en el camino, accidentes, expulsiones, indiferencia, muertes, llegó la verdadera prueba de la familia, era cuestion de que cada uno sacara fuerza de flaquesas y no se dejara agobiar por las penas, me alegra decir que aunque mi familia ha salido lastimada ha sabido superar sus traumas, y me entristese ,a veces en demasía, saber que yo no pude pararme como ellos, yo me perdí en un mar de auto compasión, juntandome con otros que también estaban como yo, o peor, tratando de olvidar mis penas, no superandolas, sino ahogandolas, en licor o en el falso amor que me pudiera dar alguna mujer, finalmente un día llegó la ayuda, no me llegó en los sueños ni en una alucinación, me llegó con una persona, una persona que me enseño que el amor es una palabra compuesta, compuesta por el sentimiento de todas las personas que realmente nos importan, ella es Valeria.

Mi recuperación, por asi decirlo, comenzó el día despues de conocerla, en el almuerzo que tuvimos saliendo del telo*, en un principio no quería salir a almorzar con ella, asi como el ocaso para paseo escolar, era hora de irse, pero otra ves no pude decir no, era esa ambiguedad en su rostro, una hermosa sonrisa y una triste mirada lo que mantuvo mi interés.

- ¿Te quieres ir verdad?.
- No, -mentía- es solo que yo no hago esto, ya sabes, salir a almorzar luego de lo que hicimos, no soy el tipo que quiere ser amigo de todos, lo siento si te sientes ofendida.
- Para nada, te entiendo perfectamente, te invite porque queria decirte que.. mientras estabamos en la cama.. algo fue distinto, osea, no me refiero a una excelente quimica sexual, sino, era como si la tristesa de ambos.., como si al estar contigo supiera que mañana ya no va a haber dolor, ¿entiendes?.
- ¿Qué pasó contigo?, me dijiste que se murió tu novio hace un año, ¿estas asi desde entonces?, acostandote con extraños, ¿soy yo diferente?, ¿esperas que crea eso? -parecia molesto, estaba molesto, ¿acaso queria engañarme?, ¿hará esto con todos los que se acueesta?.
- Dejame explicarte.. -me lo dijo sollozando.
- lo siento, tengo que irme -me fui sin mirar atras, el interes que tenia se opacó con sus palabras y por mis dudas.

Tres dias despues me llamó al celular, ¿Cómo lo consiguió?, quizas se lo dió Javier, lo único que se me ocurre.

- Aló.
- Hola Ricardo, soy Valeria, podemos vernos, solo para hablar, te juro que no es un engaño, solo hablar, ¿vas?.
- Ok, dime.
- Mañana a las tres en el mismo restaurante de la ves pasada.
- Ok, ahi nos vemos.

Llegó el día siguiente, ella estaba ahi sentada esperando, había llegado tarde otra vez, había dejado de ir mi última clase antes de los finales por cenar con ella, demonios, he faltado a varias clases este ciclo, incluso a las prácticas, espero lo peor, no se porque vine pero aqui estoy.

- Hola Valeria.
- Hola Ricardo, te ves preocupado.
- Si, es solo que he faltado mucho a la universidad, nada serio, seguro lo paso -mentira mas grande, yo nunca he sido el que salva con los finales- pero, ¿para que me llamaste?.
- Quería seguir hablando contigo, no me gusto como quedamos la última vez.
- ¿Cuando me contaste que conmigo era distinto? -volvia a sentir algo de amargura, no mucha pero ahi estaba- ¿Qué significa eso?.
- Tú dices que ves en mis ojos la tristesa de mi alma, igual yo, veo en tus ojos que no te has rendido, actuas como si no te importara nada pero puedo ver que si te importa, tus ojos también te delatan, tú quieres volver a ser feliz.
- ¿Y qué?, nada va a cambiar, me hermano muerto esta, mi padre y yo cada vez hablamos menos, y a mi ya me da igual -en ese momento no queria soltar lagrimas, queria soltar golpes, pero no contra ella, contra mi por no poder cambiar.
- Pero si te importa, y tú sabe que te importa.
- ¿Es todo lo que querias decirme?.
- No, queria contarte mi historia, no se la he contado a nadie, pero quiero contartela, quedate.

..continuará.








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Telo: Llamese Hostal o lugar para pasar la noche solo con un proposito.

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