domingo, 4 de enero de 2009

Está usted invitado a mi..

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Previamente en Tratando de Entender Al Mundo:

23-Dic-07: Dulce Navidad.
20-Oct-07: 9 Meses Antes
09-Ago-07: Y Cuando el Año era 96.
19-Jul-07: El Tiempo Es Lo Que Pasó.
14-Ene-07: Despedida/madurar.
29-Nov-06: Lo que el miedo es, fue y prometió que no será.
30-Jun-06: Y Cuando El Número Era 96.
18-Mar-06: Tiempo de Empezar Todo.
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Capítulo 20:

¿Mecánica de fluidos?, pensar en perdidas en los conductos no me entra, mi examen es en dos días y lo único en lo que puedo pensar es en esa invitación, ha pasado un tiempo desde la última vez que la vi, juraría que no es lo que ella quería pero, qué sé yo, cuando las personas nos vemos confundidos y rechazados usualmente sobre pensamos las situaciones, ¿Me pareció ver en sus ojos que quería decirme algo importante?, ¿Sus gestos me decían que me quería?, todo tipo de claridad es transformada en una instantánea duda irracional, ahora que ella esta a otro dimensión de la mía no siento esas dudas, ahora es agua bajo el puente.

- Entonces, ¿Vas a ir?.
- Sí, hay que reunirnos y vamos en grupo.
- Ok, nos reunimos en tú casa a las ocho.

La invitación dice a las siete, pero, llegar temprano no es una opción para mi, llegaré a la mitad y con los demás para pasar desapercibido, solo quiero ver sú sonrisa, su hermosa y chueca sonrisa, saber que es feliz aún con él, eso es todo para mi, no me importa a quienes más invitó, o si su esposo tiene idea de quien soy yo, ahí está mi plan para este día.

Como siempre, y como quería, llegamos a la mitad de la velada, la mayoria parece ser amigo del esposo, a estas alturas ya deben ser amigos mutuos, como minoria supongo que pasaremos desapercibidos, también lo que esperaba y quería, aparecimos a la mitad de esos juegos tontos de siempre, mejor hablamos con las amigas del ayer, algunas ya tienen hijos y otras aún valoran la libertad presente en su juventud, bien por ustedes.

Es la hora de bailar, yo no quiero, prefiero el licor, no tengo ganas de una mini conversación ni aunque solo fuera escuchando, aún asi es inevitable que fluyan las palabras.

- ¿Hace cuánto tiempo que no nos vemos?
- Serán como diez años.
- Hemos cambiado bastante.
- Sí, ahora ya tienes un hijo, eres toda una mamá.
..

Todos vuelven a bailar, pero ella sigue sentada, no ha bailado con nadie, nadie la saca, le tendrán miedo a su vientre, se ve triste, no debería estar triste.

- ¿Quieres bailar conmigo?.
- Esta bien.

Pasa un par de minutos antes de que pueda soltar alguna palabra, lo primero que se me ocurre es:

- ¿Y, Cuándo nace?.
- Llegará en pleno verano.
- ¿Vas a seguir en la universidad?.
- Sí, nace en verano que es justo vacaciones.
- ¿Y tú trabajo?.
- Voy a seguir, me van a dar un tiempo luego del alumbramiento.
- ¿Y estas bien con todo esto?, osea, ¿vas a poder pasar tiempo con tú hijo o hija? -creo que empezaba a molestarle mis preguntas, a mi me molestaba un poco tener que hacerlas.
- Voy a estar bien Ricardo.
- Parece que todo está planeado -Acabó la canción.

Desde que eramos niños no dude de su fuerza, estoy seguro que logrará lo que se proponga, esa es una de la razones por la que me atreví a decirle como me sentía, pero de aquella vez ya ha pasado el tiempo, ella vuelve a hablar con los que fuiemos sus compañeros, recuerdo lo que ellos me decían de ella, de lo extraña que aparentemente era, ahora que la he vuelto a ver, todo lo que me contaron me parece que fue solo un malentendido.

Ya es hora de despedirnos me dicen, sí, les respondo, mientras bailábamos tuve la suerte de ver su hermosa y chueca sonrisa, ella es feliz y es lo único que me importa, ella empieza a decirle adiós a cada uno del grupo que fuimos juntos a pasar un rato en la celebración a la criatura que esta por nacer, ¿será casualidad que de mi se despida al final?, fueron solo dos palabras simples, quizá ella se sentía molesta por las preguntas que le hice, tenia derecho. Podría decir que cuando me lo dijo pude ver que mis preguntas habían calado en ella, o que al igual que yo ella sabía que esa sería la última vez que tendríamos una conversación, y que quedaron para siempre enterradas las conversaciones intimas como cuando me contó de aquel joven que la acosaba o cuando yo le dije que estaría para ella y la abrazaría siempre y cada vez que sienta miedo como sucedió con el acosador.

- Adios Ricardo.
- Adios Vanessa.

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